Hoy voy a seguir contándoos ese tipo de cosas que NO debéis hacer. En este caso os hablaré de una persona que por desgracia se encuentra en mi entorno. Nos referiremos a él como Pomelo. ¿Por qué? Citando a mi colega Eufórico, porque es redondo y amargo, o mejor dicho es redondo y te amarga. Ya sé que soy una persona con una gran paciencia, pero en serio, Pomelo me supera, es de esas personas a las que atizarías una y otra vez. O mejor aún, disfrutarías viendo como atizan porque no tienes ganas de cansarte.
Pomelo es compañero de Taekwondo arte marcial que practico, ya que, pese a aprender defensa personal en el ejercito no es comparable con la belleza de un arte marcial. Y os cuento esto porque es un dato relevante dentro de la mediocridad de Pomelo, porque la mayoría de las situaciones que he tenido que vivir con él han sido en ese entorno.
Seguro que ahora es momento de preguntarse, ¿qué es lo que lo hace tan inaguantable? Pomelo destaca en tener en la vida una serie de defectos llevados al extremo. Os lo aseguro. Su primer defecto se resume en que es un picao. Compite absolutamente por todo. Eso sí, si lo haces mejor que él se inventará alguna excusa o peor aún, te dirá que realmente está intentando otra cosa. Eso sin olvidar que, como por una vez quede delante tuya su acción habrá sido algo digno de recordar. No importa que realmente perdiera el combate 16-1. Su punto, fue brutal.
Unida a su competividad unimos su nula capacidad para aceptar correciones o consejos. Y mucho menos de alguien con menor graduación que él. Aún recuerdo cuando llegué como en ocasiones mientras compartíamos ejercicios le daba alguna indicación o corrección. Era como hablarle a la pared o te soltaba un "Déjame que yo lo hago así", aunque fuese un ejercicio totalmente distinto al indicado por el sabomnim, para los profanos, el maestro.
Supongo que todos habréis oído eso de "Mas vale parecer estúpido y permanecer callado, que abrir la boca y despejar las dudas". Pues es una gran frase aplicable a nuestro amargo fruto. ¿Os habéis encontrado alguna vez con una persona que para hablar intenta usar palabras y expresiones que están por encima de su nivel intelectual? Pomelo es así.
Y he dejado para el final el peor de todos sus defectos. La lascivia. A Pomelo le gustan TODAS las mujeres. Y cuando digo todas lo digo en mayusculas, porque es que es acojonante. A las compañeras de Taekwondo les tiene hecho un férreo marcaje y un baboseo increíble. De hecho ni les importa el hecho de que se sientan molestas, ni de que tengan novio, ni nada de nada. Recuerdo hace poco en clase, mientras observaba a una chica nueva la cual me había pedido si le podía explicar unos ejercicios se me acercó.
-¿Qué? ¿Te gusta la nueva eh?-mientras me lo decía ponía la sonrisa mas depravada que os podáis imaginar.
-No.-le dije tranquilamente.-Yo no soy como tú.
-Si, bueno, es que a mi me gustan todas.-y se quedó mirandola mientras seguía con su sonrisa depravada.
Yo le recetaría un poquito de bromuro, porque lo suyo, y os lo digo en serio, no es normal. Es francamente acojonante.
Y esto es todo amigos. En serio, no seáis así, y por cierto Pomelo, si me estas leyendo, por favor. Cambia.